¿ Le gustan a usted las matemáticas? A mi tampoco. En realidad debo decirle que fue una asignatura especialmente traumática durante mi pubertad, ¿la razón? Muy simple, no tuve un buen profesor. Ya se que suena a cliché, pero no les miento. Yo tuve un profesor que en vez de motivarme y ayudarme a comprender el como y el porqué de 2+2= 4, se dedicó a poco menos que ponerme en ridículo por no ser capaz de procesar una información que este me daba sin ningún tipo de empatía. Se me atragantaron, las llegué a detestar, y nunca pude aunar acerca del método matemático ni de disfrutarlo,simplemente me privaron de esa oportunidad. Tal vez por eso elegí letras puras en cuanto tuve la ocasión. Quien sabe, quizás si hubiera tenido un profesor interesado en buscar las herramientas necesarias para que yo pudiera comprender aquello que me parecía tan ajeno... Tal vez hoy fuera ingeniero, físico o arquitecto. Pero no, aquella nefasta experiencia truncó mi relación con una ciencia que quieran o no está presente en todas las manifestaciones de la naturaleza.
Ya en el siglo XVI el grandísimo Galileo Galilei afirmaba: «Las matemáticas son el lenguaje con el que Dios ha escrito el universo». Si tan solo este profesor hubiera citado a este gran genio, a lo mejor otro gallo me hubiera cantado.
¿Saben ustedes que es un fractal? Han oído ustedes hablar alguna vez de la progresión de Fibonacci? ¿El número áureo?
Se preguntaran porqué estoy haciendo una oda a las matemáticas tratando de explicar un método de idiomas. Sigan leyendo, enseguida se lo mostraré.
En matemáticas la sucesión de Fibonacci es la siguiente sucesion infinita de números naturales.
1,1,2,3,5,8,13,21,33,55,89,144,233....
La sucesión comienza con los números 1 y 1,y a partir de estos, «cada término es la suma de los dos anteriores», es la relación de recurrencia que la define.
A los elementos de esta sucesión se les llama números de Fibonacci. Esta sucesión fue descrita en Europa por Leonardo de Pisa matemático italiano del siglo XIII también conocido como Fibonacci. Tiene numerosas aplicaciones en computación ,matematicas y teoría de juegos. También aparece en configuraciones biológicas, como por ejemplo en las ramas de los árboles, en la disposición de las hijas en el tallo, en la flora de la alcachofa, las inflorescencias del brécol romanesco y en el arreglo de un cono.
De alguna manera esta progresión o sucesión sigue un patrón presente en la naturaleza. ¡Que cosa tan maravillosa! Ya digo que yo no tuve oportunidad de maravillarme con esto, la razón ya se la he dicho.
El inglés es un idioma extremadamente eficiente. Sigue patrones cuasi matemáticos para construir todos sus tiempos verbales, tan sólo se trata de añadir o sustraer elementos en una sucesión que se repite tiempo tras tiempo, presente, pasado, futuro, y en formas afirmativas, negativas e interrogativas. Aprender inglés es una cuestión de estructura. Incluso mucho de su vocabulario está formado por combinación de palabras con significados individuales. ¡¡¡El inglés es un idioma simplista que se auto recicla para construirse a si mismo!!! Basta con aprenderse cuatro palabras para desarrollar 1000. Por esta razón lo convierte en un idioma accesible para cualquier persona que quiera aprender mediante un método de deducción y no de memorización y posterior vómito ( perdón por la expresión ) de datos. La importancia del inglés y su utilización como lengua vehicular universal no radica en el poder de los países anglosajones, sino en lo accesible que resulta para cualquiera.
En mi método, el manual soy yo ( Hasta que lo escriba claro ). Por supuesto nos apoyamos en algunos escritos gramaticales y bases de vocabulario, pero no seguimos los métodos tradicionales. Yo les ayudo a deducir todas las formas verbales valiéndose de la información inmediatamente adquirida anteriormente, al igual que la sucesión de Fibonaci. Esto multiplica por 200 la efectividad de las lecciones y recorta en otro tanto el tiempo de aprendizaje. Se trata de construir el idioma desde el propio idioma, no de compensar con el nuestro para hacernos la tarea "fácil" que a la larga nos perjudica.
Durante mis lecciones, el importante es usted. Lo que se desarrolla es su cerebro, lo que usted utiliza es la deducción. Son sesiones de gimnasia cerebral en las que optimizamos el potencial de sus hemisferios, tanto el derecho como el izquierdo para absorber la mayor capacidad de conocimiento en el periodo más breve de tiempo.
El hemisferio izquierdo es la parte motriz capaz de reconocer grupos de letras formando palabras, y grupos de palabras formando frases, tanto en lo que se refiere al habla , la escritura, la numeración, las matemáticas y la lógicacomo a las facultades necesarias para transformar un conjunto de informaciones en palabras, gestos y pensamientos. El hemisferio derecho gobierna tantas funciones especializadas como el izquierdo. Su forma de elaborar y procesar la información es distinta del hemisferio izquierdo. No utiliza los mecanismos convencionales para el análisis de los pensamientos que utiliza el hemisferio izquierdo. Es un hemisferio integrador, centro de las facultades viso-espaciales no verbales, especializado en sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades especiales como las visuales y sonoras, por ejemplo las habilidades artísticas y musicales.
Resumiendo, necesitamos tanto la parte analítica y lógica del hemisferio izquierdo como la parte creativa que nos proporciona el hemisferio derecho. De esta manera el potencial para aprender se duplica.
Por otra parte, el factor empático es fundamental. Para mi ( así como lo será para usted ) el inglés es algo automático. No obstante para enseñarlo, me pongo en la piel de cualquier castellano parlante que tiene problemas para comprender cómo funciona este idioma. Es por ello que para elaborar mi método he tratado de formular y responder todas las preguntas lógicas ( e ilógicas ) que cualquier castellano parlante podría plantearse al afrontar este idioma. Así mismo he contado con la inestimable ayuda de todos los alumnos que he tenido a través de los años. Un estudiante que pregunta es un estudiante que quiere aprender, es decir, un buen estudiante. Lo siento, un nativo no puede hacer esto. La empatía es un factor fundamental.
Añada a todo esto toneladas de buen humor, motivación y pragmatismo y tenemos un cocktail fantástico para ponernos como Rambo en apenas 2 meses ( dependiendo por supuesto de la frecuencia de las lecciones )
Si tiene cualquier duda, no dude en contactarme. Me encantará responder a todas sus preguntas.
¿A que espera? ¡Póngase como un jabato mental en poco tiempo aprendiendo un idioma universal!